El robobo de la jojoya (1991)

FICHA DE LA PELÍCULA--------------------5'2

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Título original: El robobo de la jojoya
Dirección: Álvaro Sáenz de Heredia
Producción: José María Calleja
Guión: Yolanda García Serrano, Juan Luis Iborra & Álvaro Sáenz de Heredia

Reparto:

Josema Yuste (Senén/Fiscal/Doña Ernesta)
Millán Salcedo (Martín/Abogado)
Esther del Prado (Puri)
Anabel Alonso (Ernestita)
Valeriano Andrés (Jefe de personal)
Tatiana Armani (Asesina)
Francisco Casares (Jefe de la banda)
Fernando Bilbao (Joe el Mugre)
Cris Huerta (Profesor Bardenk)
Emilio Aragón (Cliente asustado)

Banda sonora: José Tejera
Fotografía: Michel Malka
Montaje: Antonio Ramírez de Loaysa
Dirección artística: Gonzalo Gonzalo
Maquillaje: Mercedes Gómez
Peluquería: Mercedes Bayón & Francisca Guillot
Sonido: Luis Castro & Jorge Ruiz
Efectos especiales: Colin Arthur, Manuel Floriano & Domingo Lizcano



Duración: 82 minutos
Género: Comedia
Fecha de estreno: 20 de Diciembre de 1991
Mi secuencia favorita: El juicio
Calificación: Todos los públicos
Nacionalidad: España
Productora: Aligator Producciones
Recaudación: 3.370.574 €



Sinopsis:

Dos hermanos planean robar la valiosa joya el ojo de Nefertiti en una famosa sala de exposiciones pero no son los únicos que la desean. Se produce una refriega en la que muere un policía y uno de los ladrones cae sobre el fiambre.

Opinión personal:

¿Quién puede buscar algo serio en una película protagonizada por Martes y Trece? Yo lo único que busco es pura diversión y partirme de risa con lo absurdo de la trama y de todo el conjunto en general. Es un producto hecho a la medida de Martes y 13 y, se supone, del público que decida ver esta chorrada simpatiza con el grupo humorístico.

Personalmente no me suelen gustar los humoristas que suelen aparecer en televisión y tampoco me considero forofo de Martes y 13, pero la película consigue su propósito y con creces, los gags son buenísimos. Sinceramente, los de muchas comedias americanas no les llegan ni a la suela de los zapatos.

Lo mejor: Que te partes de risa.
Lo peor: Los actores que hacen de malvados dan pena.